Llama la atención el adorno repetido hasta diez veces en las dos torres de la catedral, florones en los que destaca como flor la mazorca del maíz. Pudiéramos preguntar el porqué o la razón de esta ornamentación y precisamente tan visible en un lugar muy destacado de la ciudad de Mondoñedo. Como siempre la historia, maestra de la vida, nos viene a dar la respuesta. Nos habla de la importancia que el maíz tuvo para la economía rural. El mijo fue sustituido por el nuevo cereal que aumentó la producción de los labradíos con mejores beneficios en grano y forraje para labradores y mayores diezmos para los señores.
El primer maíz fue traído a Europa en el año 1606 por el gobernador y capitán general de la provincia de Florida el almirante Don Gonzalo Méndez de Cancio. En Mondoñedo, lugar de su esposa, Magdalena Estoa Luaces y Miranda, y en el lugar natal del almirante, Casariego, tuvieron lugar las primeras plantaciones. Su cultivo se fue extendiendo en el XVI por toda Galicia.
Sin duda que el éxito del nuevo cereal encajó perfectamente con el estilo barroco colonial de la fachada del templo catedralicio en sintonía con los florones aplumados de los relieves de San Lorenzo y San Jerónimo.