En su interior, son característicos los cortinajes de seda natural de ventanales y puerta montados sobre galerías isabelinas. La presidencia de la sala está ocupada por un cuadro de la Asunción de la Virgen con dos apóstoles bajo un dosel rojo, mismo color que el tapizado de terciopelo del sillón, sillas y bancos de la estancia.
En las paredes de la sala se muestra un conjunto de lienzos de los siglos XVIII y XIX. Las representaciones de apóstoles se suceden con las de los Obispos que en su día formaron parte de esta sede.
Llama la atención el sencillo altar del siglo XVIII situado junto a la entrada. Dispone de un frontal con rico cordobán, de tonalidades rojas y doradas y buen dibujo. Sobre la mesa del altar, ante la que juran los capitulares antes de ser investidos, encontramos un Cristo de marfil del siglo XVII sobre una cruz de madera de ébano.