La Sala Capitular es la estancia en la que se reunía habitualmente el Cabildo Catedralicio, el conjunto de presbíteros encargado de cuidar el culto en la catedral y que velaban por el buen estado del edificio. La sala está presidida por un magnífico Cristo en marfil. Se trata de una obra hispano-filipina del siglo XVII.
El muro lateral se decora con lienzos del siglo XVIII. Representan el misterio de la Asunción y algunos apóstoles. Estos forman parte de una colección de un antiguo apostolado conservado en los fondos del museo.
La razón de esta decoración, junto a algunos retratos episcopales de obispos que presidieron la sede mindoniense, es que algunas diócesis peninsulares buscaron, desde tiempo antiguo, una vinculación directa con la sucesión apostólica unida a San Pablo, al apóstol Santiago o a cualquiera de los llamados Varones Apostólicos. De esta manera se expresa la sucesión apostólica que se da en nuestra iglesia de Mondoñedo-Ferrol desde el s. VI. Entre estos retratos destaca el del obispo Mesía de Tovar, arrodillado ante San Rosendo. Formaba parte, junto con el cordobán, del antiguo relicario del trascoro.